Estos días vemos «muertos vivientes» que  salen en «pandi» de sus «reservados», caminan sin rumbo, pelos revueltos y mirada perdida intentando reconocer a los que «son cómo ellos». 

Salen de su letargo para atemorizar a los paseantes, ensimismados en sus tranquilas y rutinarias vidas .

Los muertos vivientes tocan a tu puerta, aún cuando no los has invitado y te preguntan: “truco o trato”. Yo casi siempre respondo «trato» y doy “alguna cosita” que tengo por casa porque temo que el “truco” no salga como yo pensaba y me haga pasar un mal rato innecesario, que bastantes problemas tengo ya “de normal”…..

(no,  no te hablo de  «la pesadilla Catalana»)

«Of Course!» Estoy hablando de Halloween.
¿por un momento te asustaste ehhh???

Ahora que la “Españolidad” se está reinventando, nada más típicamente español que celebrar la americanada de Halloween, así que …. Otra vez “al chino”, que (si el mes pasado se alimentó gracias a la venta de banderas) este mes también tendrá que comer, vamos digo yo….

El año pasado  imaginábamos el MÁS ALLÁ, (léelo aquí) y la cosa pintaba bastante bien, como para ir con ganas cuando toque.

Pero, en lo que “vas haciendo tiempo por aquí” …. llega un día en que de verdad la muerte te toca de cerca, sientes su aliento, te mira de frente y puedes notar cómo te remueve por dentro.

La muerte no es una broma pero te hace pensar que quizá la vida si lo sea,

porque «ESE DÍA»: …..“chas” y el «juego» se queda en negro para alguien de tu equipo: de golpe el aire se vuelve denso, el tiempo se mueve a saltos, oleadas de tristeza cortan tu respiración, la cabeza piensa en todo y nada a la vez y las moscas acuden de manera irremediable antes de que puedas darte cuenta de que …… eres tú quien se queda en “la partida” pero nadie sabe hasta cuando……

Mis muertos viven conmigo, sus anécdotas y recuerdos me visitan a diario, lucho cada día para no olvidar su olor, su voz, su risa pícara (que tristemente no heredé). Los veo en mis hijos y en mí misma, me «visto» de ellos, brindo por ellos, a veces (cuando estoy muy apurada y olvido que no creo en el más allá) hasta me encomiendo a ellos….

No me los tomo a risa, tampoco demasiado en serio.

Ya no están,

intento no extrañarlos,  

pero NO los olvido. 

Yo NO necesito SÓLO un día al año para honrar a mis muertos. Y tú, querida, no olvides que «la vida es HOY» (y mañana, ya veremos).

No temas «celebrar la muerte» durante todo del año, recuerda a tus muertos con una sonrisa, habla de ellos, ríe de ellos y celebra que son parte de quién eres. Porque, de alguna manera, ellos seguirán vivos….

SÓLO SI TÚ LOS DEJAS.

¿y tú, cómo te llevas con tus muertos?

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