Es cierto que el romper los moldes tradicionales sobre la maternidad, apuntarte al #clubdelasmalasmadres e ir por la vida riendo ácidamente de las situaciones no tan idílicas que entraña a cabo este «estado» , tiene su gracia (y según pasa el tiempo) adquiere bastante más gracia. 
También la tiene (según nos comentan por ahí) para las madres que nos rodean, quienes, una vez superado el «pink period» inicial, no tienen inconveniente en leer «entre líneas» nuestros textos en una especie de mensaje cifrado para un público exclusivo.
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La reflexión surge cuando un «recién ignagurado padre» me comentaba unos días antes del «gran acontecimiento» que iba a dejar de leer nuestro blog por una temporada porque ya se sentía agobiado con los piojos sin siquiera haber estrenado la paternidad. Para tí y tu recién estrenada familia va dedicado este post.
Pues sí, tras todo lo expuesto e intentando (seguramente sin éxito) ser justos, hoy he de contarte que ser madre es una «MILAGROSA MARAVILLA». Es volverte de la noche a la mañana fuerte como una loba y vulnerable como una hormiga.
Es conocerte cada día, amarte, aprenderte, descubrirte, disfrutarte, castigarte, perdonarte, admirarte, …. todo a través de unos ojos que, de alguna manera, miran también a través de los tuyos….
Es volver a ver el mundo desde un lugar sincero y limpio…… Flotar dando un paseo por las nubes,  algunos días con grandes claros y otros más sombríos, es recibir alguna descarga en los días de tormenta para saber que más temprano que tarde verás el Sol brillar y recargarte de energía.
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Observarles crecer para seguir aprendiendo: sobre su infinita creatividad sin límites, su modo de resolver conflictos,  escuchar con atención qué opinan sobre las noticias de la tele o cómo negocian para intercambiar cromos,  sorprenderse al ver que se hacen autónomos y toman la iniciativa. Pedirles opinión porque crees fielmente que probablemente recibirás un buen consejo….
TODO ESTO ME HACE SONREÍR CADA DÍA.
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A tí que me lees, te digo que para mí: Tener hijos sentir un flechazo de amor cada mañana, saber que tienes entre manos la gema más preciosa que podrás imaginar, el «EL COMPLICADO PROYECTO» que dirigirá tu vida y te regalará alegrías infinitas (también alguna preocupación). Es desear y ser deseada cada instante sin interés, recibir abrazos infinitos, intentar ser TU mejor versión porque ésta será SU mejor ejemplo, sentir el amor más incondicional que jamás conocerás.
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Como anécdota te contaré que el otro día lloré de orgullo cuando mi hijo BB9 me enseñó su «discurso de candidatura electoral» para un ejercicio del cole. Ver su ingenuo pensamiento lleno de tolerancia y valores me emocionó. El modo en que  reconoció su derrota electoral por el simple hecho de que otro de los candidatos «lo hizo mejor» y «emocionó más»…. Acceder a su petición de felicitarlo telefónicamente por su Victoria, escuchar la sincera conversación que mantuvieron y el ofrecimiento para que formara parte de su proyecto me demostró que «los chicos a estas edades son MUY GRANDES».

Me llevó a pensar que los adultos deberíamos relajarnos más y aprender de sus inesperadas lecciones de vida, liberarnos de prejuicios y, por qué no, simplemente PARARNOS Y OBSERVAR………

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